CUIDADOS
El Ficus Ginseng necesita estar en un entorno luminoso evitando el contacto directo con la luz del sol, ya que puede causarle quemaduras en las hojas. Es importante mantener un buen nivel de humedad tanto en el sustrato como en sus hojas. Para esto, podemos usar un pulverizador y rociarlo cada 3 días aproximadamente, dependiendo de la humedad ambiental. Debido a su capacidad de acumular agua en sus raíces, puede llegar a soportar períodos prolongados de sequía. Sin embargo, es recomendable regarlo cada 2 semanas en verano y una vez al mes en invierno, siempre evitando el encharcamiento y observando que el sustrato esté totalmente seco.
El riego se puede realizar a través de dos técnicas, por inmersión o por absorción.
-Inmersión: Sumergir la bola de musgo en un bol con agua mineral a temperatura ambiente durante 5 minutos como máximo. Después, la sacaremos y la dejaremos escurrir hasta que esté lista para volver a su lugar habitual.
-Absorción: Verter un vaso de agua (250ml aprox.) en un bol o plato hondo. Posteriormente, introduciremos la kokedama hasta que absorba completamente el agua.
*Debemos tener en cuenta que independientemente de emplear cualquiera de estas dos técnicas, habrá que preservar el nivel de humedad del musgo entre riegos. Si observas que el musgo está seco, bastará con pulverizar su superficie con agua mineral o sumergir la bola entre 5 y 10 segundos. Así, mantendremos su estado natural para que siempre luzca vívido y verde.