DRACAENA MARGINATA

Originaria de Madagascar, la Dracaena Marginata es una obra de arte natural que destaca por su singular belleza. Sus hojas largas y arqueadas, de un verde intenso bordeadas de rojo carmesí, crean un contraste vibrante y llamativo a la par que elegante. Tiene la capacidad de purificar el aire, es de fácil cuidado y puede transformar tu hogar en un oasis tropical. 

39,00 €
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CUIDADOS

La Dracaena marginata es una planta que necesita luz indirecta brillante. Se debe evitar la luz solar directa, ya que puede quemar las hojas. Por el contrario, si está ubicada en un lugar en el que no recibe suficiente luz, las hojas pueden perder su coloración.

Es una planta realmente resiliente a la falta de agua. Su capacidad para tolerar la sequía la convierte en una opción ideal para principiantes. En invierno, la frecuencia de riego puede reducirse considerablemente. Un riego cada 20 días suele ser suficiente, siempre que la tierra se haya secado completamente entre riegos. En verano, con el aumento de las temperaturas y la evaporación, la planta necesitará un poco más de agua. Un riego a la semana debería ser suficiente para mantenerla saludable. Sin embargo, es importante observar la planta y ajustar la frecuencia de riego según sus necesidades.

TIPS (necesita ser regada si las puntas de las hojas se vuelven marrones y secas)

El riego se puede realizar a través de dos técnicas, por inmersión o por absorción:

-Inmersión: Sumergir la bola de musgo en un bol con agua mineral a temperatura ambiente durante 5 minutos como máximo. Después, la sacaremos y la dejaremos escurrir hasta que esté lista para volver a su lugar habitual.

-Absorción: Verter un vaso de agua (250ml aprox.) en un bol o plato hondo. Posteriormente, introduciremos la kokedama hasta que absorba completamente el agua.

*Debemos tener en cuenta que independientemente de emplear cualquiera de estas dos técnicas, habrá que preservar el nivel de humedad del musgo entre riegos. Si observas que el musgo está seco, bastará con pulverizar su superficie con agua mineral o sumergir la bola entre 5 y 10 segundos. Así, mantendremos su estado natural para que siempre luzca vívido y verde.